El nuevo padre de
la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón que casi no consiguió
hablar.
Antes de su
segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo como podría hacer
para relajarse.
Éste le sugirió lo siguiente: “La próxima vez, coloque unas
gotitas de VODKA en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, va a
estar más relajado”.
El domingo
siguiente el Padre aplicó la sugerencia y en efecto se sintió tan bien que
podría hablar hasta en medio de una tempestad, totalmente relajado.
Luego del sermón, regreso a la sacristía y encontró una nota del
Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre:
La próxima vez,
coloque unas gotas de Vodka en el agua y no unas gotas de agua en el Vodka. Le
anexo algunas observaciones para que no se repita lo que vi en el
sermón de hoy
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No hay necesidad de ponerle limón y una cañita al borde del cáliz.
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Aquella caseta al lado del altar es el confesionario y no el baño.
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Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla y
besarla.
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Existen 10 Mandamientos y no 12.
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Los apóstoles eran 12 y no 7. Ninguno era enanito.
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No nos referimos a nuestro señor Jesús y sus apóstoles como Jesús MTV
unplugged
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David derroto a Goliat con una honda y no le hizo un kame - kame haaaa!!!.
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No nos referimos a Judas como “Freddy Krugger”.
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No debe tratar al Papa por “El Padrino”.
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Bin Laden no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.
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El Agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca y mucho
menos para jugar carnavales.
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Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar y mucho menos con el
pié montado sobre la Biblia.
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Las hostias son para distribuirlas en el pueblo. No deben ser usadas como
caramelitos!.
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Los pecadores van para el infierno y no a “Disneylandia”.
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La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena pero hacer el
trencito por toda la iglesia, NO!
IMPORTANTE: Aquel
sentado en el rincón del altar, al cual UD. se refirió como “mariquito”,
“travestí con faldita”, Era yo!
Espero
que esas fallas sean corregidas para el próximo domingo.
Atentamente.
El Arzobispo.
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